Nadie nunca nos dijo como
despedirnos,
como dejar de soñarnos y
seguir
caminando entre matorrales o
flores
como si fuéramos animales
sin dueños,
objetos sin memoria
que no recuerdan ni por un
instante
el abismo de tus oídos
donde se reproduce
maravillosamente
el eco de mis suspiros
y donde resuenan
a veces, sólo a veces
algunas de mis quejas
o las praderas que se
expanden
en tu espalda
donde se puede llegar a
morir
con la más prodigiosa paz
porque nadie nunca nos dijo
que estar lejos te parte el
alma
y los huesos.
Hermoso. Sublime.
ResponderEliminarGracias :)
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