Artificial

Entregas día y noche tu belleza, naciste siendo hermosa, pero en tu interior sufres el no poder ser normal.
Te toco fingir una vida, te toco fingir ser real, pobre de ti mi pequeña rosa artificial. Jamás darás tu aroma a los sentidos del hombre y mucho menos tus espinas clavaras a los dedos inquietos que te deseen tocar.

Naciste para mentir a los ojos de los demás, mi bella rosa artificial. Nunca disfrutaras del roció de la mañana, no sabrás que es marchitarse en el tiempo.
No sentirás la suave brisa que golpee tus pétalos y tampoco oirás los elogios a tu delicado ser.
Nunca la muerte veraz, estas condenada  a fingir felicidad, siempre viva, siempre joven, así serás tu mi pequeña rosa artificial.

Soy quien te desea

Que fácil describir en mi imaginación tu cuerpo, que fácil es cubrir en esta mis defectos.

Como quisiera tenerte mujer, como quisiera tu alma recorrer.

Oh pobre hombre soy, hombre tonto que sueña con una bella reina, siendo el morador de una fría cueva.

Jamás oportunidad de besar tu boca tendré o el privilegio de introducirme en tu ser y de buscar tu placer, que en mis brazos tengas el sol y la luna.

Que en una noche nuestras almas se fusionen, destruyendo el silencio con los sonidos que emites, pues este hombre los causa y son el himno del triunfo, del fuego de dos amantes que desde siempre solo vivirán en mi cabeza.

Sólo soy un miserable que se apunta a la cabeza.

Un idiota que sueña fantasías eróticas.

Un Destino

Este es mi cuerpo lastimero el que vendo en las noches por algo de dinero.

No es la mejor profesión pero es la única que mi madre pudo darme.

No me arrepiento te vender mis caricias a rostros de un solo momento, ya no me da miedo estar en las calles dando lo que tengo.

Ya hace mucho tiempo me puse tacones, me pinte la cara y de la mano de un extraño regale mi inocencia por los centavos que alimentan a mi casa.

Ahora como todas las noches, salgo dejando solo en su cama a ese hijo que el mundo me dio, porque buscar a su padre para que tenga un destino mejor, es como intentar contar a los hombres que han pasado por mi cama y cuya cifra ya es alta.

Auto-Placer

Existe el momento en el que nuestros actos  nos llevan a una inesperada reflexión, nos llevan al cuestionamiento de nuestras vidas y por mas que pensamos, en esos momentos concluimos que somos mierda.

Nuestros cuerpos pecan con placer, nuestras ganas explotan y nuestras hormonas nos arrojan a la miserable masturbación.

Nuestros deseos son siempre grandes y al no poder satisfacerlos poco a poco, optamos por tener placer con nuestras manos. 

Llegamos a la cima, llegamos al agotamiento, manchamos las lineas con nuestros deseos.

Nuestra indomable necesidad de penetrar carne de otro ser, nos arroja a noches humedad, nos arroja a momentos de desespero. Nuestros dedos intranquilos confunden objetos para alcanzar el regocijo de nuestros órganos  y un momento después sentimos lastimas de la mierda que es nuestra existencia.